12 campanadas y despedidas

Seremos breves… Pasar fin de año con nuestros amigos en la playa, hace que nuestro viaje tenga un final de año muy dulce. Dos semanas con ellos hacen que nos sintamos más cerca de casa en todos los sentidos. Para la noche decidimos hacer una queimada en la playa con el famosísimo ron Sam Song (amigo de borracheras tailandesas). Linternas voladoras de papel y fuegos artificiales… Conseguimos dar ese toque especial a la noche, sin grandes lujos, sin grandes galas, sin maquillajes ni manteles, al final resultó ser una noche un pelin mágica (aun echando de menos a los nuestros). Tras las campanadas nos dirigimos al Café del Mar en el que aquello de “Da al cliente lo que quiere” no tenía cabida, a eso de las 4 la música era tan infumable que decidimos ir a dormir. Lo bueno, no hay resaca en el ferry mañanero de vuelta a la península. Despida muy breve en la costa y sensación algo triste al separarnos, sin duda una Navidad diferente.
… Nos vemos, en Camboya
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